Experiencia Airbnb en París

Mi primera experiencia en este tipo de alojamientos fue nada más ni nada menos que en París. Es realmente una de las ciudades más caras de Europa y por este motivo decidimos alquilar una habitación.


Vivir en una casa ya habitada puede ser espectacular como aterrador. Empecemos a analizar el tema del baño. En París los departamentos son muy pequeños y por supuesto no tienen doble baño, este es el momento más cruel de Airbnb. Pero bueno, fuera de estos detalles mi experiencia fue encantadora porque nuestros dueños tenían una vida muy #pinterest y fueron extremadamente amables. Ambos eran vegetarianos, tenían un gato llamado Junior que dormía todo el día y ella trabajaba para la Fashion Week de París.
Oh la la.
Puedo destacar el recibimiento que nos dieron, fueron realmente muy cálidos. Recuerdo llegar con un dolor de estómago fatal por la comida del avión y consultarles cómo decir en francés (porque los franceses no hablan otro idioma que no sea francés, comprobado) algo así como Uvasal. Finalmente no tuve que salir a comprar nada porque ellos me abastecieron de remedios caseros sin pedir nada a cambio.

El cambio cultural es otro factor a considerar, viajando tuvimos otras experiencias no tan alegres por la filosofía de vida y la cultura. Lo ideal es no generar tanta expectativa, el baño y la cocina se comparten, dependés de la limpieza de la casa, es necesario no ser tan ruidoso, pero el precio vale la pena. Ahora si son algo quisquillosos como es mi caso es una buena experiencia para ahorrar plata e ir pocos días de la estadía. Convivir con gente local, sea amable o no, enseña mucho más que un hotel, estos son iguales en cualquier parte del mundo.



Muchas gracias por leer.

Nos vemos, Mara.

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