El lado B de Manaos, Brasil

Manaos es la Capital del Amazonas brasilero. Al norte de Brasil, muy cerca de Venezuela se encuentra esta ciudad donde hace calor todo el año. La mayoría de los turistas llega a destino para conocer la selva más grande del mundo. Nosotros fuimos por lo mismo.



Llegamos en el mes de agosto desde Río de Janeiro.  Sentir el cambio de clima fue inevitable, 34 grados en invierno.  En la puerta del aeropuerto están las paradas de colectivos, solo 2 de ellos van hacia el centro, logramos tomar uno que llego a los pocos minutos, lo cual fue bastante oportuno ya que los  taxistas y remiseros se pusieron insistentes en querer llevarnos con un descuento. El machismo presente, la insistencia fue siempre hacia Pablo, como si la mujer no tomara decisiones.

Con el pasar de los minutos nos dimos cuenta de que Manaos no aparentaba ser un lugar seguro.  En el colectivo éramos los únicos turistas, explotaba de lugareños en ojotas.  Luego de una hora de viaje por  fin llegamos a nuestro hotel, gracias al poder de orientación que tiene Pablo nos bajamos justo, no hubo mucho que caminar.


Al día siguiente, domingo de elecciones. Manaos a diferencia de otras ciudades de Brasil comienza el día muy temprano. A las 7 de la mañana las peluqueras ya están abiertas. Nos fuimos a caminar por el centro (5 cuadras) y quisimos ir un poco más allá. A dos cuadras se encuentra la zona del puerto, lugar recomendado por la casa de información turística (nunca nos hablaron de la inseguridad). Resultó ser zona de robos, tres hombres nos revisaron y sacaron (casi) todo cerca de las 12 del mediodía, impunidad total. Inexpertos los muchachos se olvidaron y nos dejaron varias cosas de valor como por ejemplo la cámara. No fueron violentos. La policía en esta ciudad está ausente, sólo hay dos policías en la puerta del Teatro Amazonas. Un horror, la primera vez que nos robaron en nuestras vidas.
Los documentos al día uno ya no los quería llevar a ningún lado, van a pensar que soy una bruja pero a mí la zona me genero mucha desconfianza, no lleven nunca los documentos en sus paseos cuando estén de viaje. El trámite en la embajada es terrible.


 Lo más difícil de la situación fue aceptar que hay inseguridad en un país que nos encanta. Disfrutamos mucho de su comida, su gente, el futbol, las calles en Río y su idioma. 


Hablamos portugués y tuvimos que practicarlo con los ladrones “Ela no tem nada”, “sim tem” dijo el ladrón. Uno estudia el idioma en contextos gratificantes: eu gosto de você  e eu gosto de ficar com você. Podemos decir que pasamos La prueba de fuego en cuanto al idioma. Después de eso todo fue diferente, La imaginación se torna negativa y todos son posibles ladrones a tu alrededor. Hasta relajar me sentí caminando en The Walking Dead, en serio.

Cuando uno está enamorado es difícil aceptar los defectos. Brasil es un país inseguro y esto me lleva a dar tips relacionados a la seguridad:

-No llevar documentos, los argentinos tenemos muchos documentos, lleven para circular alguno viejo que ya no sirva para viajar.
-Consultar zonas seguras de paseos  las casas de Información turística. Nunca te olvides de preguntar si es una zona segura.
-No llevar toda la plata  y llevar cambio.
-Nunca tomar un remis desde los aeropuertos, los colectivos y los taxis registrados son la opción segura.
- Si vas a la playa o al río, nunca te alejes mucho de la gente y si la playa está vacia ni te acerques, son los lugares ideales para los dueños de lo ajeno.
-En las ciudades no llevar accesorios de oro, déjalos en el hotel.  La mayoría tiene caja fuerte.
-Y si te roban, ser lo más pasivo posible.





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